lunes, 22 de agosto de 2016




SONETO A UN CIPRÉS
QUE ETERNA CREÍA SU VIDA EN UN CEMENTERIO


Ay ciprés, altivo, enhiesto y pomposo,
furias retar osaste en vana campaña,
cual lanza que al tiempo quiebra y engaña,
y más l´alta aguja erguiste ostentoso.

No creíste soberbio, ido y frondoso
te alcanzase de Cronos la saña;
la oscuridad suponer a ti extraña,
al hado hizo tu verde afán odioso.

En tu delirio ahora excusar quieres
de La Hora el cruel abrazo airado,
y humillado tremes seco y medroso;

rancia la frente, el cuello quebrajoso,
ya de las edades el tronco arado,
entre muertes encerrado te mueres.




Luis Varela

6 comentarios:

  1. Fermosa alegoría de aquellos que se pretenden ajenos a la acción del tiempo... ¡Ay, ansias del juvenil verdor de las edades que ciegas sois a los horizontes y creéis sin límites vuestro osado vuelo!

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  2. Así ha sido y así será, osada la ignorancia juvenil, triste la sabiduría que asoma en las cercanías del fin.
    Tempus fugit...
    Grazie mille, fratello.

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  3. Terrible belleza la de esta vanitas, amigo mío. Qué espléndida metáfora la del ciprés, árbol que siempre me ha cautivado. ¿Acaso al verse tan airoso y enhiesto entre la muerte pensaba ser ajena a ella? Gran lección. Maravillosos todos los versos, pero sublime especialmente el último, que se clava en el alma.

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    1. Gracias mil, amigo mío. Lleno está el mundo de cipreses soberbios y errados, yo mismo fui uno de ellos. Hay "enfermedades" que sólo el cumplir años las cura. Como decía Luis Carillo en un verso... "que el cano tiempo, en fin, todo lo acaba."

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    2. Gran maestro el tiempo, tan sabio como poco escuchado. Sólo cuando es tarde...

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    3. Habla el tiempo a la carne, mas son las cenizas quienes escuchan.

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