HABLANDO
A FERDINO
Vos,
al son llorando de tierna lira,
caro
Ferdino, en vuestra vasta pena,
la
del Atlante rada tenéis llena,
y
de vos la Torre nuestra se admira.
Yo,
solo contra lo que Amor conspira,
vago
en seca y yerma y ardiente arena,
los
ojos rompo en fría e ingrata vena,
con
el que mi pecho dolor suspira.
Dichoso
vos, que apagado el fuego,
de
amor lloráis la pasajera historia,
y
en la dulce niebla os bañáis del olvido.
Mas,
mísero yo, herido y loco y ciego,
en
la hoguera ardiendo de mi memoria,
incesante
sigo y no arrepentido.
Luis
Varela