miércoles, 17 de agosto de 2016




REDONDILLAS


Vanse los años de mí;
ya viendo lo que deseo,
ya deseando lo que veo,
ya perdiendo lo que vi.

Sabe Amor buscar con qué
renovar mi sufrimiento,
descubrir nuevo tormento,
mas no quebrantar mi fe.

Tanto puede mi constancia
que aunque eterno en males peno,
no halla Amor dulce veneno
que del cielo haga mi estancia.

Hacen tesón y esperanza
de mi seno su vivienda,
de mi daño Amor su hacienda,
y no hay dable así mudanza.

Necio, en negro sueño fundo
tocar el divino cielo,
no veo es mi patria el suelo,
y más en él aún me hundo.

Muerto vivo al mal sujeto,
 tristes hacen mis despojos
gozo en los que negros ojos
son de mi amor cruel objeto.

La calma no hallo en mi mar,
quiebra el viento flébil ala,
y el destino me señala
con otro mal, nuevo pesar.

Tan atado estoy al miedo,
tal me acomete tristeza,
tal es mi grande flaqueza
que ni defenderme puedo.

 Violento peso sostiene
este pecho en su tormento,
mas no desiste  en su intento
aun cuanto más sufra y pene.

Vago y lloro sin descanso,
no alcanzo a ver día bueno,
es descanso lo que peno
y en buscar mi mal me canso.

Tan cruel es amor esquivo,
tan grande hace desconcierto,
que vivo me trae cual muerto
y muerto me hace estar vivo.

No puede el verbo decir
a dó alcanza el daño mío,
mas quiero en mi desvarío
sea mi bien mi sufrir.

No mi mal frena o descansa,
no halla mi penar reposo,
es mi daño riguroso,
y nunca el dolor se cansa.

La forma ya perdí de hombre,
y aun sin dar el que postrero
será paso, en pasos muero
y soy sólo un triste nombre.

En las sombras del olvido
yazco de bienes desierto,
mejor me fuera ser muerto
que sin luz vivir perdido.

Tal vivo, tal desespero
en vano bien fugitivo,
que no vivo porque vivo
y muero porque no muero.


Luis Varela



6 comentarios:

  1. Como ya te he dicho, fratello, el guiño a los clásicos al final de la Redondilla es delicioso. Un destello de los áureos en estas perennes tinieblas. Toma esta copa de Valdepeñas y repón fuerzas mientras la Musa se baña en la Hipocrene.

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  2. Pues para acompañar al Valdepeñas sacaré un buen plato de serrano jamón y de ibérico chorizo. Luego, si tal, le podemos "rezar" a San Cardhu...jeje...
    Gracias mil por tus siempre reconfortantes palabras, fratello. Un abrazo.

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  3. Sólo queda enmudecer ante quien con colosal elocuencia y talento deja en el eco tales acentos. La corona ciña vuestra frente. Sean los laureles el homenaje, y el suspiro agradecido y admirado, al poeta en quien es el dolor la gloria.

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    1. Gracias mil y más. Es usted extremadamente generoso con mis versos, estimado amigo. Todavía le queda a esta mi tuerta pluma muchísimo camino por andar, muchísimo por aprender y aún más torpezas que limar. Mas cierto es que el terreno que pisan estas redondillas, es por el que mejor camina mi magín. Un abrazo.

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    2. En verdad, amigo mío, que estos versos son más que camino cima. Difícil veo escribir algo mejor. Son de otra época.

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    3. Cierto que lo son, nacieron tras darme un atracón de redondillas compuestas por los Áureos Colosos. También difícil sería regalarme mayor elogio que el que usted me regala. Para mí no hay mayor gloria posible que aquella que me concede el acercarme, aun estando muy lejos, a mis Maestros.

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