CUENCA DO MI LAMENTO
Cuenca do mi lamento arde y resuena,
río que de mi llanto, ufano, acreces,
rosas tiernas, cantoras plumas, peces
que en el cristal bullís y dulce
arena,
brisa de mis gemidos tristes llena,
álamo que tu amena sombra ofreces,
prado que de alegría una y mil veces
mi alma henchiste e inundas ahora en
pena.
¡Ay! ¡Qué os habéis hecho lámina
hiriente,
memoria fatal, tristísimo pago
del antaño fugaz aquí perdido!
¡Ay! ¡Qué aquí fue do amor alumbró
ardiente,
do el yelo frío en la llama hizo
estrago,
y do eterno quedé a mi mal prendido!
Luis Varela
Mal que un bien propicia, pues las lágrimas de su lira son un elixir benéfico.
ResponderEliminarMuchísimas gracias y mil disculpas por la tardanza, querido amigo. Intentaré enviarle por otra vía algo que unos amigos hicieron con este soneto hará unos tres o cuatro años.
EliminarNada hay que disculpar. Aguardo impaciente ese "algo".
Eliminar