jueves, 15 de septiembre de 2016




SONETO 


No tus ojos en fuerte yugo, Delia,
con trigueño lazo me han a ti atado,
no el clavel en dulces labios pintado,
ni las que emulan perlas alba camelia,

no la que a Febo en resplandor parhelia,
nacer hace uno y otro albor derrocado,
no en tus pómulos el grana esmaltado,
ni la que en ti belleza excede a Ofelia.

Fue la que en tu alma, eterna se adivina,
venusta pureza en humana celda
(de mi negror luz siendo y alegría),

 que de corona te baña divina;
la que mis días a los tuyos suelda,
la que a ti eterna enlaza el alma mía.



Luis Varela

2 comentarios:

  1. No hay belleza verdadera si es huero y vano lo que engaña a los ojos, fugaz placer de un instante torpe. Gran alma para gran poeta.

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    1. Absolutamente de acuerdo, amigo mío. Jamás habrá nada en el Universo capaz de despertar un amor como el que despierta un alma pura y limpia. Mil gracias

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