POEMA NOCTURNO A DELIA
El negror abraza Selene clara,
cual blanco el lirio entre verdor alumbra,
argenta del Tambre las aguas negras
y despunta la ninfa en ondas blandas…
¿Quién pugnar podrá
con la astral deidad
que al orbe descubre la nívea frente,
en giro raudo y bello,
y esbelta el nocturnal cielo ilumina
con grácil donaire
su alba vestidura ya desplegando?
A la orilla del Tambre cristalino
con etérea donosura danzando,
fugitivo su talle,
con salero arqueado enamora
y tal su ritmo es puro,
que el verde firme apenas sus pies pulsan.
Luis Varela
Si hay alguna luz que pueda en la noche competir con la de Delia es la de sus versos, amigo mío. La luna admira envidiosa... palidece. Las tinieblas se retiran. Sólo dejemos que tal fulgor nos bañe...
ResponderEliminarQue más quisieran mis versos que acercarse a la luminosidad de Delia. Mas no quedará por el empeño que de tal ingrediente sí voy sobrado. Mil gracias, querido amigo. Un abrazo fuerte.
EliminarBañémos pues las almas en tal destello incomparable que emite tan deliciosa femenil simetría.
ResponderEliminarBañemos, bañemos también los gaznates con el mejor aguardiente para celebrar la victoria de Delia sobre Selene. Grazie mille. fratello. Un abrazo.
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